viernes, 15 de junio de 2012

El Juicio Final

El encargo del Juicio Final se gestara a mediados del año 1533 cuando Clemente VII encargaría a Miguel Ángel la ejecución de dos frescos en las paredes frontales de la Capilla Sixtina representando el Juicio, en la pared de la capilla donde se encuentra el altar, y la Resurrección, en la pared de enfrente. El fallecimiento de Clemente VII en septiembre de 1534 provocaría un ligero abandono del proyecto que sería recuperado por su sucesor, Paulo III. El fresco es de enormes dimensiones 13.70 por 12.20 metros e incluye casi cuatrocientas figuras de las que se han identificado aproximadamente unas 50. La zona superior de la composición, ocupando más de la mitad de la pared, está ocupada por el mundo celestial presidido por el Cristo juez en el centro de la escena y a su ladola Virgen María. Buonarroti quiso representar la salvación de la humanidad a través de la llegadade Cristo. En la zona intermedia encontramos tres grupos los juzgados que ascienden al cielo los condenados que caen al Infierno y los ángeles trompeteros el centro para despertar a los muertos de la zona inferior. En la zona inferior hallamos la barca de Caronte ante el juez infernal Minos. El descubrimiento del fresco provocó inmediatas reacciones de aspecto moral; el cronista de ceremonias pontificio Baggio da Cesena ya lo criticó antes de su inauguración oficial, seguido por Pietro Aretino y los asistentes al Concilio de Trento que no podían permitir los desnudos de la obra y en 1564 se ordenara el cubrimiento de toda la parte obscena.

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